La Guardia Pretoriana fue una especie de cuerpo militar que servía de escolta y protección de los emperadores romanos y salvaguarda de la ciudad de Roma. Fue creada en los primeros tiempos de la República Romana con la función de proteger al pretor y a la ciudad de Roma. Tras el asesinato de César en el 44 antes de Cristo, Marco Antonio recuperó la unidad convirtiéndola en su guardia personal con 6000 efectivos.

Las cohortes pretorianas recibían doble paga y gozaban de privilegios que cualquier legionario de otras unidades, además de un claro prestigio. Esto le permitía disponer de mejores armas y armaduras, si bien en batalla no se distinguían del resto de legionarios. Cada miembro, al abandonar la cohorte, recibía 20 000 sestercios después de 16 años de servicios.

Su campamento denominado Castra Praetoria fue erigido en el 23 después de Cristo, en las afueras de Roma.