La Legio IIII Macedónica participó en las Guerras Cántabras y concluido el conflicto bélico estuvo acantonada en el sur de la Cantabria Antigua. La legión sirvió de organizador del territorio y vehículo del inicio del proceso de romanización.
Sus emblemas son el toro, el carnero y el capricornio como signo zodiacal.Con Augusto la legión marchó a la Galia a las órdenes de M. Valerius Messalla Corvinus parar el control del territorio de los Salasos –Valle de Aosta, Norte de Italia- (a los que Antistio Veto sometería años más tarde). Años más tardes, en Aquitania son enviados a someter a los focos de resistencia en el 28 antes de Cristo (en el 56 a.C. los cántabros habían ayudado a los Aquitanos contra César).
Desde Aquitania pasa a intervenir en las Guerras Cántabras. No hay constancia de cuándo participó en la guerra y si lo hizo de forma continua, ni su lugar de acantonamiento. Hay autores que sugieren que esta legión romana desembarcó en un lugar de la Bahía de Santander (Portus Victoriae) en la operación tenaza contra los cántabros. En Cantabria dejaron uno de los conjuntos más importantes de hitos terminales territoriales, denominados términos augustales. Estos dividían el agrum o “territorio” de la ciudad de Juliobriga de los prata o prados de la Legio IIII.