CAUDILLO COROCOTTA

Aunque la mayoría de historiadores ha relacionado al bandolero hispano Corocotta con el episodio de las Guerras Cántabras, no se tienen documentos que aseguren fehacientemente su afiliación con alguno de los pueblos del norte de la Península Ibérica. Pese a ello, el mito de “Coroccota” se ha incorporado al elenco de protagonistas de los actos.

Dion Casio al narrar la biografía de Augusto cita, en un párrafo aislado sin relación con el conflicto de Guerras Cántabras, lo siguiente: “Esto es lo que se recordaba de éste (de Augusto) y también que su irritación contra quien le había ofendido no era desmedida y que ni faltaba a su palabra con estos desmerecedores. Así un cierto Corocotta, preponderante bandido en Iberia, excitó primeramente a tal punto su cólera que ofreció doscientos cincuenta mil (denarios) a quien lo capturase. Pero después cuando llegó a él voluntariamente no sólo no le hizo ningún mal sino que además le enriqueció con aquel dinero”.

De ser cierta la relación con las Guerras Cántabras la anécdota tuvo que ocurrir durante la estancia del emperador en Cantabria. Esto es al inicio de la campaña del 25 antes de Cristo, ya que después tuvo que retirarse a Tarraco a descansar y reponerse de sus dolencias hepáticas. La cita de “preponderante bandido en Iberia” puede aludir a que posiblemente Corocotta fueran el cabecilla de una cofradía de guerreros (denominados “devoti” o “soldurii”). Este tipo de grupos de guerreros se dedicaban al mercenariado y a expediciones de saqueos. Por otro lado cabe la posibilidad de relacionarlo con el final del Bellum Cantabricum. En el invierno del 25-24 a.C. Augusto recibió las noticias de la conquista de Cantabria por parte de sus legados (Antistio y Carisio) y regresó a comienzos del 24 a.C. para imponer condiciones como obligar a bajar al llano y abandonar sus fortalezas, y obligó a entregar rehenes, quizás también la entrega de sumas en concepto de botín o impuestos. ¿Fue Corocotta un rehén que se negó a entregarse y Augusto puso precio a su cabeza?  ¿O quizás, fue el pago a su sometimiento incondicional?

Corocotta es mostrado como caudillo, con un complejo armamento cargado de ostentación,  correspondiendo a su estatus de una sociedad cuya cúspide se conforma por una aristocracia de guerreros.

Francisco González López